Plaza España – Homenaje al Gral. Martín Miguel de Güemes

Plaza España – Homenaje al Gral. Martín Miguel de Güemes

La obra es una figura calada del retrato del General Martín Miguel de Güemes de 4.97 metros de altura y 3.80 metros de ancho, que fue realizada en acero naval, y elaborada por los trabajadores y las trabajadoras del Astillero Tandanor.
El basamento y su instalación se desarrolló en forma conjunta por la Municipalidad de la Ciudad de Salta y el Astillero Tandanor, en el marco de las conmemoraciones por el Bicentenario del paso a la inmortalidad del gral. Güemes.

Plaza España, ubicada en el acceso oeste de la ciudad, es la principal conexión entre la localidad de San Lorenzo y varios barrios de la zona. Posee un mirador natural sobre la ladera oeste de las Lomas de Medeiros, que permite realzar la obra, al contemplar varias vistas en contraste con el cielo y la ciudad.

En homenaje de los 200 años de su muerte, te invitamos a conocer los principales hitos de su vida, la de un hombre criado en las costumbres virreinales, que dio la vida por la tierra que amaba con la rebeldía de quienes dejan atrás las viejas tradiciones y avanzan hacia lo que avizoran.

Desde este mirador sus ojos nos siguen mirando, siguen atentos a la Salta que viene y a los salteños que la haremos posible.

Martin Miguel Juan de Mata Güemes nació el 8 de febrero de 1785 en la Ciudad de Salta. Su inscripción se registró en los libros bautismales de la Catedral de Salta. Durante sus primeros años vivió junto a su familia en el solar ubicado en Balcarce 51, cuya Calle antes se llamaba “De la amargura”. 

  • 1785 – La población de Salta

Durante el Siglo XVIII, la producción de plata de Potosí se intensificó, incrementando el comercio andino. El comercio mular pasó a ser la actividad comercial más importante ya que las mulas movilizaban las mercancías y las producciones. En los meses de verano, Salta era el lugar de encuentro para comerciantes y mineros de Lima, Jauja, Arequipa, Potosí, Cuzco y Huarochirí. 

La ciudad de Salta creció y se expandió… El progreso urbano se plasmó en las viviendas de “altos”, ubicadas en proximidad a la plaza central, nuestra plaza 9 de julio.

Salta era una de las ciudades más pobladas de la región con aproximadamente 4.300 habitantes

  • La Familia de Martín

Su familia, era adinerada y numerosa. Estaba compuesta por su padre de origen español, Don Gabriel de Güemes Montero, quien se desempeñaba como tesorero real de la corona española en la ciudad y su madre de origen jujeño, doña María Magdalena Goyechea y la Corte. Formaron una gran familia, integrada por 7 hermanos, Juan Manuel de Güemes y Goyechea (1778-1831), María Magdalena Dámasa “Macacha” de Güemes y Goyechea (1787-1866), Francisca de Güemes y Goyechea (1779 – 1871), Gabriel de Güemes y Goyechea (1748-1807), José de Güemes y Goyechea (1803 -1840), Juan Benjamín de Güemes y Goyechea (1783 – 1831), Manuel Isaac de Güemes y Goyechea, Napoleón de Güemes y Goyechea (1803 – 1840).

Su hermana Macacha fue muy cercana acompañándolo hasta los últimos días.

 

  • 1790 – El Niño Martín

Su niñez estuvo fuertemente arraigada a la vida campestre. 

Durante su infancia pasaba largas temporadas junto a su familia en su finca “La Dispensa” y el “Paraíso” en El Bordo, provincia de Salta. Allí aprendió sobre la tierra y la geografía de los cerros y especialmente sobre los hábitos de los hombres de campo, su forma de combatir y sus valores. 

El niño Martín, entre juegos y vivencias, junto a su hermana Macacha, su perro Carbón y su yegua Yemita, fue gestando su espíritu libertario, sintiéndose parte del gauchaje. De ellos supo ganarse su admiración, no sólo por la forma de cabalgar un caballo o empuñar un sable, sino también por su convicción al momento de luchar por una causa justa.

  • Museo Güemes, su casa de la infancia en la ciudad

Martín también supo desenvolverse en los círculos más aristocráticos y distinguidos de la época. Desde temprana edad, aprendió junto a los mayores el buen manejo de las normas sociales de las familias más pudientes de Salta y Jujuy.

En la casa de su infancia funciona actualmente el Museo Güemes, en España 730, antiguamente Calle de la Victoria. Debido a su importancia histórica, fue declarada Monumento Histórico Nacional en el año 1971.

  • Educación

Su educación primaria la obtuvo de maestros particulares que le enseñaron los conocimientos filosóficos y científicos de la época. Su formación se vinculó con jesuitas y franciscanos, hasta que decidió enrolarse dentro de la vida militar, donde pudo plasmar su pasión por una patria justa. 

  • 1799 – 1805 

La juventud de Martin se vio influenciada por su elección de vida, luchar por la Patria. A los catorce años (1799), ingresó como cadete de la 7ma compañía de infantería de Buenos Aires destinada en Salta.

  • 1806-1807: Inicio de Carrera Militar

Durante las invasiones inglesas participó de la defensa de Buenos Aires como edecán de Santiago de Liniers. En esas circunstancias fue protagonista de una hazaña histórica sin precedentes: la captura de un buque británico. Una bajante del Río de la Plata había dejado varado al barco inglés “Justine” lo que fue oportuno para que un grupo de jinetes a caballo, bajo el mando de Martín, lo tomara por asalto. 

Ese acto heroico fue el bautismo de fuego en su vida como militar y defensor de la causa patriótica.

  • Torre Monumental

Las tierras ganadas al Río de la Plata, que en su momento fueron aguas cruzadas por Martín frente al Puerto de Buenos aires, hoy resguardan el monumento de la “Torre Monumental” anteriormente conocida como torre de los ingleses.

  • 1809 – El Regreso a Salta por la muerte de Don Gabriel Güemes de Montero

En medio de su crecimiento como militar, su vida familiar en Salta se vio afectada por el fallecimiento de Don Gabriel Güemes de Montero, su padre. A partir de entonces, Martín decide solicitar licencia de sus servicios y tras varios años, regresar a la ciudad.

  • 1810: Batalla de Cotagaita, Suipacha y Quebrada de Humahuaca

Sus claras convicciones de lucha por la independencia, lo mantuvieron siempre alerta. En 1810 se sumó al movimiento de la Revolución de Mayo. Una de sus hazañas, pese a las órdenes de sus jefes de no involucrarse, fue ocupar la Quebrada de Humahuaca, impidiendo la comunicación entre los realistas del Alto Perú con los de Córdoba, lo que le permitió preparar el terreno para la lucha.

En octubre participó en la batalla de Cotagaita y en Noviembre en la batalla de Suipacha (Potosí – Bolivia) con la participación de más 800 jinetes reclutados por él. Su participación heroica motivo que sea ascendido a Capitán.

  • 1811- Caudales a BARITU

Como auxiliar del Ejército del Norte en Tarija, cumplió un rol fundamental asistiendo a Pueyrredón en el traslado de los caudales de la Casa de la Moneda en Potosí para evitar que cayeran en manos de los realistas.

  • 1812: Escuela Güemes, su casa

La casa de juventud de Martín es hoy la Escuela N° 4007 “Martín Miguel de Güemes”. Este edificio fue construido entre los años 1812 y 1820 para vivienda de Francisco Martínez de Tineo quien se casó con doña Magdalena Goyechea y La Corte, madre de Martín Miguel de Güemes.

  • 1813: Batalla de Salta

El 20 de febrero de 1813, se libró la batalla de Salta, un combate clave para consolidar la independencia americana. 

Los protagonistas en este escenario fueron Manuel Belgrano y su ejército de alrededor de 3000 hombres, quienes avanzando desde Tucumán fueron los encargados de recuperar la ciudad de Salta de las manos de los realistas.

Güemes no tuvo participación activa en ésta Batalla, dado que estaba en otras ofensivas en Santiago del Estero y Buenos Aires por orden del General Belgrano.

CURIOSIDADES: Amigos Inseparables desde su juventud

Desde su juventud, Martín compartió su vida junto a un fiel compañero, su caballo Tordo. Gateado y su yegua Yemita también fueron compañeros de aventuras y hazañas.

Juana Manuela Gorriti, quien lo había visto de niña, relataba que Güemes montaba con gracia infinita su fogoso caballo negro cuya larga crin acariciaba con mano distraída… Tras su muerte, Tordo acompañó el cortejo fúnebre liderado por el gobernador Juan Ignacio Gorriti y el leal Coronel Vidt, y los pequeños Martín y Luis.

  • 1814: Martín, el Guerrero

Güemes se nutrió de los saberes de la tierra, de su formación militar y de sus convicciones para convertirse en un guerrero de la patria.

Su participación en el plan libertador de San Martín a partir de 1814, fue determinante en la guerra de la independencia. Junto a sus milicias gauchas se encargaron de blindar las fronteras de las Provincias Unidas a fin de contribuir con  la causa.

  • Milicias Gauchas

Sus milicias gauchas a diferencia de los Infernales, constituyeron el grueso de sus fuerzas militares.

El “gaucho” que luchaba junto a Martín, era aquel valiente pastor, arriero, puestero, artesano o aquel individuo que poseía gran destreza y habilidad para el manejo del caballo. 

Conocía como nadie, la montaña, la llanura y el bosque que habitaba y que sin dudas luchaba con gran convicción por la causa independentista, a tal punto de convertirse en el más extraordinario soldado de caballería.

  • Sistema de ataque

La estrategia de ataque que utilizaban las milicias era conocida como “Guerra de Guerrillas”. Esta modalidad de combate consistía en sorprender al enemigo para dejarlo sin recursos, atacando con cuchillos, lanzas y boleadoras seguidas de retiradas, para debilitarlo e intimidarlo y así evitar la confrontación a campo abierto.

  • Conocedores del Territorio

Este sistema de ataque pudo ejecutarse gracias al conocimiento que los gauchos tenían de la región, una geografía totalmente desconocida por las tropas realistas. Según la zona donde habitaban, vestían prendas acordes a su entorno. 

En La Frontera, los gauchos entraban al monte y a la selva resguardados con gorras de cuero de tigre o león, saco de cuero de Anta para cubrir manos, brazos y tórax y guarda calzón de cuero de vaca para cubrir los pies. Esta indumentaria les permitía camuflarse y atacar en el campo de batalla.

Una vez terminada cualquier campaña contra los invasores, regresaban a sus labores diarias.

La victoria de Martín en La Batalla del Tuscal de Velarde librada el 28 y 29 de Marzo de 1814, fue reconocida por San Martín, quien lo nombra Coronel graduado del Ejército, encargado de las zonas de Tucumán y Tarija.

  • 1815: Martín, el Gobernador

Su liderazgo y habilidad política le permitió aunar fuerzas y llegar a la gobernación de  Salta. La victoria en la batalla del Puesto de Marqués en 1815, hizo que el Cabildo junto a los vecinos, lo designaran Gobernador de la Intendencia de Salta

Una de las primeras medidas llevadas a cabo como Gobernador, fue la creación de La División de Infernales de Gauchos de Línea. Considerada una fuerza de élite, incluía entre sus filas con rangos militares de diferente orden, a aquellos jefes que se habían destacado en la lucha contra los realistas en 1814 y además habían apoyado la elección de Güemes como Gobernador. 

Esta línea ofensiva tenía como objetivo combatir en lugares de difícil tránsito o acceso, cubrir largos trayectos y efectuar la defensa a pie o a caballo con grandes aptitudes de batalla. La indumentaria que vestían, era de color azul.  Solo los músicos y la escolta principal vestían prendas coloradas.

Se destacaron por su gran efectividad militar que fue reconocida hasta por sus propios enemigos.

¿Sabías qué el nombre “Los Infernales”, fue designado por el mismo Güemes en contraposición a “Los Angélicos”, una fuerza realista de la época?

 

  • Su gran Amor, Carmen Puch

A dos meses de ser nombrado gobernador, contrajo matrimonio con Carmen Puch, hija de una familia española que adhería a la causa patriota. La boda se celebró en la Catedral de Salta y se festejó en la ciudad y en la provincia entera durante varios días.  Fruto de esa unión tuvieron 3 hijos, Martín, Luis e Ignacio.

Se dice que los realistas intentaron secuestrar a Carmen para extorsionar a Martín y que ella embarazada emprendió un viaje a caballo junto a sus dos hijos para ponerse a resguardo en una estancia en Rosario de la Frontera.

  • 1816: el Pacto de los Cerrillos

Fue un acuerdo firmado entre el General Güemes y el General Rondeau, por entonces el general en jefe del Ejército del Norte, el 22 de Marzo de 1816, con el propósito de acordar la paz entre el ejército porteño y Salta.

Tuvo lugar luego de que la ciudad fuera invadida y sometida por Rondeau ante la negativa de Güemes de dotar de armas a su derrotado ejército. Estas discrepancias, hicieron que Güemes le declarase una guerra de recursos, desabasteciendo a la ciudad de comida, agua y caballos, con el objetivo de que abandonaran estas tierras.

La intervención de Macacha Güemes en esta disputa, fue clave. Su actuación como mediadora permitió sembrar la paz entre las partes, dejando atrás todo tipo de rencores que pusieran en peligro los intereses de la patria.

  • Macacha Güemes

María Magdalena Dámasa Güemes, popularmente conocida como “Macacha”, fue una ferviente colaboradora en la lucha por la independencia junto a Martín.

Su valentía y determinación, le permitieron desempeñar tareas arriesgadas, entre ellas el espionaje. Lideró una red de informantes que actuaba en Salta, Jujuy y Tarija.

Su inteligencia y habilidad política, la convirtieron en la primera mediadora de Salta cuando gracias a sus gestiones se acordó la Paz de los Cerrillos

Fue el gran apoyo de su hermano, pero al mismo tiempo protagonista. Supo tomar las riendas del gobierno salteño cuando Martín se encontraba fuera de la ciudad.

  • Red de espionaje

Mujeres valientes, decididas e inteligentes que arriesgaron su vida por la patria y por sus ideales.

El compromiso por parte de otras mujeres, también estuvo presente en estos tiempos de Guerra. Con una participación desde otro escenario, ayudaron a Güemes y Belgrano a desbaratar las estrategias de los ataques realistas. 

 Las llamadas bomberas, eran un verdadero escuadrón de espías que llevaban mensajes secretos para los patriotas, escondiéndolos en los dobladillos de sus polleras, en huecos de troncos de árboles o en canastas de lavanderas. Las más osadas, entablaban amistades y hasta amores con milicianos que sucumbían “aflojando la lengua” y, a veces, hasta la voluntad, cambiándose al bando patriota.

Al momento de dedicarse con obstinación a su objetivo, no importaba el origen ni rango social para inmiscuirse y espiar: “desde la negra esclava hasta la matrona de más alcurnia” eran partícipes en esta tarea tan riesgosa. No había reunión o visita, donde no se infiltrara su espíritu minador y atrevido, tratando de robar los secretos y dar las alarmas necesarias.

 

  1. Juana Moro de López “La Emparedada”: Creadora de una red de espionaje femenina, pregonó la independencia nacional. Fue detenida y condenada por espionaje a morir tapiada en su propia casa. 
  2. Martina Silva de Gurruchaga: Protagonizó la participación directa en el combate  en la Batalla de Salta. Colaboró con el Ejército del Norte y el General Manuel Belgrano, haciendo la donación de paños para uniformes y dinero para comprar armamento, que se usarían en la victoria de 1813.
  3. María Sánchez Loreto Peón: Se destacó especialmente como Jefa de Inteligencia de la Vanguardia del Ejército del Norte, cargo que ocupó desde 1812 a 1822 durante toda la épica Guerra Gaucha.
  4. Josefa de la Corte Arias: Junto a otras damas salteñas preparó el vestuario del Ejército del Norte y de los escuadrones de gauchos del general Martín Miguel de Güemes. Fue conocida popularmente con el seudónimo de “La Lunareja”. 
  5. Gertrudis Medeiros: En la invasión realista de 1814 informó a Güemes de las novedades que advertía, contribuyendo así con riesgo de su propia vida a los éxitos militares del heroico general, y particularmente, a la ocupación de la ciudad de Jujuy.
  6. Juana Azurduy de Padilla: nacida en Chuquisaca, Alto Perú (actual Bolivia). Es ejemplo de mujer entregada a la lucha por la independencia. Se unió en la defensa del Norte bajo el servicio de Martín Miguel de Güemes. Tras la muerte de Güemes, se vio condenada a la pobreza y exiliada en Salta.
  7. María Remedios del Valle: Fue una de las primeras enfermeras de la historia argentina que acompañó al Ejército Patriota en toda la Campaña del Alto Perú. La llamaban La Capitana y Madre de la Patria.
  8. Juana Manuela Torino, María Petrona Arias y Andrea Zanarruza, fieles colaboradoras de Martín Miguel de Güemes.
  • 1820: Crisis y Desgaste Social

La crisis política en Buenos Aires, la disolución del Ejército Auxiliar del Perú y las dificultades económicas que enfrentaba Güemes para sostener el ejército, se sumaron al desgaste social. 

Salta estaba empobrecida y dividida en la Patria Vieja y la Patria Nueva, tras varios años de guerra. Eran épocas poco alentadoras, puesto que hasta sus adversarios locales planeaban también su destitución.

  • La Noche Trágica

La fría noche del 7 de Junio de 1821, Martín Miguel de Güemes entró a la ciudad de Salta desde el sur por la vieja calle de la Concordia (hoy Buenos Aires/Zuviría) y cruzó el Puente del Tambor en dirección hacia el centro.

Existen por lo menos dos versiones acerca de las razones por las cuales había emprendido el viaje. La primera, que un falso mensajero lo había engañado, comunicándole que su hermana Macacha lo había mandado a llamar desde la ciudad. La segunda, que había regresado en vistas de la organización del ejército con el que iba a avanzar sobre el Alto Perú, según lo coordinado con el Gral. San Martín.

Esa noche, en la casa de los Gurruchaga (actual Zuviria 20) se refugiaba el alto mando de la traición. Sin saberlo, Martín pasó a galope por esa puerta, y dobló en la calle de La Victoria (actual España) hacia el oeste, en dirección a la casa de Macacha. Al entrar en la vieja casona se dió cuenta del complot en su contra. 

El ejército realista de entre 300 y 400 hombres comandado por Jose María Valdéz, lo esperaba sigiloso en medio de la oscuridad.

Martín, había enviado parte de su custodia a la Plaza de Armas (hoy Plaza 9 de Julio) y , a pesar del pedido de su hermana que le aconsejaba salir por el fondo de la casa hacia el Tagarete del Tineo, al sonido de los disparos se sumó a sus infernales en la calle. Su lealtad fue inquebrantable.

A galope tendido buscó la Esquina de la Abuela (actuales España y 20 de febrero). Acorralado, se vió obligado a retroceder hacia la calle de La Amargura y Del Comercio (actuales Balcarce y Caseros), y luego intentó escapar pasando por la casa de su infancia. Allí, recibió un impacto de bala que lo dejó malherido. Cruzó el puente de Tejada, sobre el Tagarete de Tineo (actual Av. Belgrano) y se internó en las sombras, hacia el campo de la Tablada. Escoltado por sus gauchos valerosos, llegó a la Quebrada de la Horqueta, donde finalmente murió diez días después, debajo de aquel cebil cuyas raíces aún guardan su sombra.

  • Calle de la Amargura

 

La esquina de Belgrano y Balcarce nos recuerda un momento que ha marcado un antes y un después en nuestra historia como patriotas. Desde el año 1921, la ciudad cuenta con un monolito que conmemora el lugar donde nuestro máximo guerrero de la independencia resultó herido por los realistas,  aquel 7 de Junio de 1821.

Su instalación se realizó gracias a la iniciativa de la periodista y docente Benita Campos, quien durante mucho tiempo trabajó con esfuerzo y determinación, para reivindicar la memoria de Martín Miguel de Güemes en los salteños.

  • El último suspiro

A 34 kms. de la ciudad, se ubica la Quebrada de la Horqueta, lugar donde el general Güemes acompañado de sus gauchos, arribó herido y agonizante. Tras 10 días de agonía, dió su último suspiro.

Se dice que momentos antes de morir, Güemes recostado bajo un árbol ordenó al Coronel Jorge Enrique Vidt que lo reemplace y prosiga la lucha contra los españoles hasta el triunfo definitivo.

Hoy, en el lugar exacto donde el general Güemes pasó a la inmortalidad, se emplaza un monolito que conmemora este suceso, con una escultura obra del artista escultor italiano Victorino Moltisanti, inaugurada el 17 de Junio de 1934.

 

  • Benita Campos

Mujer emprendedora, culta, independiente y muy avanzada para la época que le tocó vivir. Se destacó como docente, periodista y por haber tenido la explícita intención de rescatar la memoria de Güemes en Salta y en el país, convirtiéndose en la iniciadora de los homenajes al “Héroe Gaucho”. 

Organizó la comisión pro monumento a Güemes, el concurso internacional de escultores para el proyecto y los homenajes para el centenario de su fallecimiento en 1921. También, participó en la obra del Panteón de las Glorias del Norte y el busto de Martín en la actual Escuela Güemes.

El Congreso de la Nación Argentina, a través de la Ley 25.172, declaró “Día Nacional de la Libertad Latinoamericana” el día 17 de junio, en conmemoración del Paso a la Inmortalidad del General Martín Miguel de Güemes.

El Senado de la Nación, con la resolución DR-598/05, dispuso la publicación de un documento para esclarecer la vida del prócer y la trascendencia de su papel protagónico en la Guerra de la Independencia.

La Ley 26.125, declara al General Güemes “Héroe Nacional”

La Ley 27.258, incorpora al calendario de feriados nacionales el día 17 de Junio de cada año en conmemoración de su muerte.

 

Ubicación

Dirección: Avda. de Circunvalación Papa Juan XXI y Avda. Entre Ríos

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