Monumento “Manuel J. Castilla”

Monumento “Manuel J. Castilla”

El salteño Manuel J. Castilla vivió en el siglo XX. Fue poeta, prosista y periodista.

14 de agosto de 1918, Cerrillos / 19 de julio de 1980, Salta

Su faceta artística más destacada fue la de autor de letras de innumerables temas folclóricos con la inseparable compañía de Gustavo Leguizamón, con quien compusieron canciones como La Pomeña, Balderrama, Zamba de Anta, La Arenosa y Pastor de Nubes. 

Castilla trasladó sus asombros por el paisaje y sus hombres al emporio de la canción. A mediados de la década del ’50, cuando ya había publicado Luna muerta (1943), La niebla y el árbol (1946), Copajira (1949), La tierra de uno (1951) y Norte adentro (1954), escribió junto al “Cuchi” Leguizamón la “Zamba del pañuelo”. Fue su primer aporte a un repertorio folklórico que escuchaba sus propias expansiones y el comienzo de una colaboración que con títulos como “Maturana”, “La pomeña”, “Zamba de Lozano”, “Zamba de Juan Panadero”, “Carnavalito del duende”, “Juan del Monte”, “Canción del que no hace nada”, entre muchas otras, consolidó una de las duplas más formidables de la música argentina.

El “Barbudo”, como le decían, escribió también las glosas para el programa El corazón de tierra de la guitarra, que Eduardo Falú tenía en Radio El Mundo y, junto a César Perdiguero, para El canto cuenta su historia, con Los Fronterizos. En colaboración con Falú escribió además “La volvedora” y “No te puedo olvidar”. Logró cosas maravillosas con Rolando “Chivo” Valladares, como “Canción de las cantinas”, “Bajo el sauce solo” y “Zamba del romero”, entre otras.

De solo estar (1957), El cielo lejos (1959), Bajo las lentas nubes (1963), Amantes bajo la lluvia (1963), Posesión entre pájaros (1966), Andenes al ocaso (1967), Tres veranos (1970), El verde vuelve (1970), Cantos del gozante (1972), Triste de la lluvia (1977) y Cuatro carnavales (1979) completan una obra poética que entre otros galardones mereció en 1973 el Primer Premio Nacional de Poesía y el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores, entonces dirigida por Dardo Cúneo. Ese mismo año, la Universidad Nacional de Salta lo nombró Doctor Honoris Causa.

ARQUITECTURA – EL MONUMENTO

El monumento es obra del gran escultor salteño Roberto Maehashi (pionero de la fundición local de obras de gran tamaño).

Fue inaugurado en 1983. Se compone de una escultura de 2,30 metros de alto por 0,80 metros de base en bronce, que representa al poeta sentado en una silla y a su lado una escultura en concreto que representa su biblioteca. Los pedestales de ambos elementos son de piedra.

Lo que el Escultor deseaba con esta obra, era enaltecer las cualidades sobresalientes del Poeta: sus pensamientos, sus palabras, su escritura y su gran corazón, amante de esta tierra.

Ubicación

Dirección: Av. Hipólito Yrigoyen – Parque San Martín

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