Iglesia San José

Iglesia San José

Solo a dos cuadras de la Plaza 9 de Julio, junto a los monumentales templos mayores, se encuentra esta pequeña capilla de gran valor arquitectónico colonial.

Fue fundada en 1864 y en su interior resguarda un hermoso patrimonio de arte cuzqueño en todas sus épocas: virreinal, colonial, republicana y contemporánea, lo que la hace única entre las Iglesias de la ciudad.

La histórica Iglesia de San José fue fundada en 1864, por el padre Dr. Isidoro Fernández, provisor del Obispado de Salta e insigne sacerdote salteño.

Era su intención construir la Iglesia en los terrenos de su propiedad que se ubicaban sobre la calle Urquiza, entonces en las afueras de la ciudad, para honrar así al Glorioso Patriarca y construir alrededor de la Iglesia una Casa de Ejercicios Espirituales para los salteños. Y así lo hizo, los retiros se realizaron hasta fines del siglo XIX.

Fue cerrada en 1972 por el entonces Arzobispo de Salta Monseñor Carlos Mariano Pérez, por el estado precario que presentaba, el abandono fue casi total. Sin embargo, el Monseñor Raúl Casado, Obispo Auxiliar de Salta, salteño y devoto de San José, mantuvo encendida la llama del cuidado de la propiedad. Fue de él la idea de convertir los salones adyacentes a la Iglesia en una casa del apostolado laical donde tuvieran sede central los distintos movimientos católicos, y de convertir la Iglesia en Museo de Arte Sacro.

Los trabajos de recuperación definitiva de todo el complejo edilicio y principalmente de la Iglesia, comenzaron en 1992, gracias al aporte de generosas donaciones de la feligresía salteña y el Bachillerato Humanista Moderno.

Finalmente el 19 de marzo de 1994 en Misa Solemne Monseñor Raúl Casado reabrió la Iglesia San José al culto público. En febrero de ese año Monseñor Blanchoud nombró al Padre Federico Premoli Rector de la Iglesia, cargo que desempeña hasta el día de hoy.

Dato de color

El Dr. Isidoro Fernández también fue fundador del Convento San Bernardo y fue autor de la novena del Señor y la Virgen del Milagro.

En referencia a la Iglesia hay que decir que su arquitectura es sencilla pero muy hermosa.

Su frente es heredero del arte colonial barroco. Consta de un gran portalón de entrada y una ventana arriba en el centro de la fachada. Posee dos pilastras a cada lado y una gran cornisa ornamentada sostiene el tímpano superior que, al mejor estilo barroco, está ondulado y partido dándole movimiento y belleza. Al centro de ese tímpano se encuentra un óvalo que dice “SAN JOSÉ 1864”. Sin embargo, dentro del conjunto barroco pueden verse ya presencias del arte neoclásico, propio de la época. Remata todo el frente una hermosa cruz de hierro forjado con veleta que en su extremo tiene un corazón atravesado por una lanza (símbolo de la Santísima Virgen) y con una inscripción dentro de los travesaños de la misma que dice: “JESÚS MARÍA JOSÉ”.

El interior de la Iglesia es también muy armónico en todas sus proporciones. Es el típico interior de una Iglesia colonial: sencillo, todo blanco, gruesos muros, ventanas pequeñas que evidencian el ancho de las paredes, una sola nave, un solo altar.

Dato de color

¿Sabías que su construcción se realizó con los materiales remanentes de la obra del Convento San Bernardo?

Es una bellísima imagen, posiblemente del siglo XVIII, muy expresiva y devota. Algunos han querido identificarla con una imagen del Buen Pastor posteriormente convertida en imagen de San José. Sin embargo, parece ser que la Iglesia y, consiguientemente, el retablo, fueron construidos para esa imagen, lo que evidenciaría su culto antiguo como a San José. También los típicos colores de la túnica y manto del Glorioso Patriarca. De todas maneras, se trata de la imagen primigenia venerada en la Iglesia desde 1864. A principios del siglo XX, los devotos de San José, influenciados sin duda por las corrientes artísticas de la época, quisieron poseer una nueva imagen del Santo. Y así trajeron de Europa una hermosa imagen tallada en madera que representa a San José de la mano de un Jesús adolescente. Se hizo entonces el cambio de imagen poniendo a la “moderna” en el nicho central del retablo, dejando a la “antigua” al ingreso del templo y para ser usada en las procesiones por ser mucho más liviana que la otra.

Cuando la Iglesia fue cerrada en 1972, ambas imágenes partieron para la veneración de los fieles de la flamante parroquia San José Obrero, recién fundada en las afueras de la ciudad. Al ser reabierta la Iglesia en 1994, el Pbro. Federico Premoli, Rector de la misma, solicitó al párroco de San José Obrero, entonces el Pbro. Juan Shak, y con la autorización del Señor Arzobispo, entonces Mons. Moisés Julio Blanchoud, una de las imágenes de San José para su restitución al lugar de origen de las dos. Tras breve vacilación, el Padre Juan consintió en restituir la “antigua imagen”, permitiendo, quizás sin saberlo, que vuelva a su Iglesia la imagen que había sido el motivo de la construcción de la misma hecha por el Provisor Fernández.

La “antigua imagen”, hermosísima, poseedora aún de un realismo increíble que denota como “estar con vida”, regresó sin su Niño Jesús y sin su vara originales. Motivado por ello, Doña Laura Martín de Sepúlveda hizo traer desde el Cuzco una bella imagen del Niño Jesús y se la regaló a San José. Lo mismo sucedió con su vara que también le fue donada por Doña Silvina Povoli de Vázquez con sus flores y pimpollos de plata. El arquitecto Mariano Sepúlveda realizó en el año 2000 una importante restauración del rostro de San José que estaba muy deteriorado. De este modo, hoy la imagen ha recobrado su antigua belleza.

El Canónigo Dr. Clodomiro Arce, también salteño, fue quien haciéndose eco de las enseñanzas sociales del Papa León XIII, comenzó las actividades con los obreros católicos que llevaron a la creación del célebre Círculo de Obreros de San José, los “josefinos”.

Fueron ellos, quienes a pedido de Matías Linares y Sanzetenea, nombrado Obispo de Salta en 1898, colocaron la cruz que aún se conserva en la cima del cerro, en conmemoración del inicio del siglo XXI. La placa de metal lleva la inscripción “Christus vivit, regnat, imperat, 1901” en memoria de la inauguración de la obra.

Vaticano, 11 de marzo de 1994 

Su Santidad Juan Pablo II 

Saluda con particular afecto al Rector, a los sacerdotes y

fieles que participan en la ceremonia de reapertura de la

Capilla San José, de Salta, y les alienta a perseverar en su

compromiso cristiano convirtiéndose así en piedras vivas de la

Iglesia, Cuerpo de Cristo, al ser portadores de la Buena Nueva.

Al mismo tiempo, el Santo Padre invita a todos a una

renovada entrega a la nueva evangelización, que debe plasmarse

en una creciente formación cristiana, una más activa participa-

ción en la vida litúrgica y caritativa de la Iglesia y en una

mayor participación en los diversos apostolados.

Como signo de abundantes dones divinos, y mientras les

encomienda a la protección materna de la Virgen, el Santo Padre

les imparte de corazón la implorada bendición apostólica.

Mons. L. Sandri

Asesor

Ubicación

Dirección: Urquiza 457

Tel: 0387 – 4314682

HORARIO DE VISITA

Lunes a Sábado 07:30 a 12:00 | 17:00 a 20:00

Domingo 18:30 a 21:30

MISAS

Lunes a Sábados 18:00 – Domingos 19:00

CONFESIONES

1 hora antes de la misa

 

En la Casa Arquidiocesana del Laicado adjunta a la Iglesia San José tienen su sede las siguientes Instituciones:

  • Liga de Madres de Familia que trabajan con sus talleres de costura, bordado, etc. de lunes a viernes de 15hs a 19hs.
  • También en la misma casa funciona el Instituto Manchester enseñando inglés y alemán todas las tardes de 15.30 a 18.30 hs
  • Acción Católica Argentina
  • Maestros Católicos
  • Pastoral de Turismo
  • Casita de Belén
  • Esclavos de María