El templo se levanta en una zona totalmente urbana, su eclecticismo sorprende a toda la ciudad. La obra del templo es de estilo neogótico de principios del S. XX y fue inaugurado en el año 1914.
Sus esbeltas torres, arcos ojivales y coloridos vitraux embellecen su fachada de una manera única, al igual que su valioso patrimonio artístico-religioso te invitan a entrar y conocer un poco más de sus secretos.
Después de la Independencia, se alejaron poco a poco los padres y la Iglesia que sirvió de parroquia fue atendida por los padres Redentoristas, lamentablemente en lugar de ser conservado, el templo fue destruido a comienzos de siglo XX. En el edificio funcionó primero un colegio particular de sacerdotes llamado San José, luego fue Colegio Nacional y actualmente Escuela Zorrilla.
Los salteños amantes de la Virgen de las Mercedes adquirieron un terreno sobre la calle Caseros y en 1907 se empezó a construir el actual templo. La demolición de la iglesia anterior causó la dispersión de sus imágenes, hallándose algunas de ellas en los museos.
Es un templo de líneas preciosas, pero de una austeridad absoluta. Es sencillez y lisura.
La nueva obra del actual templo imita el estilo gótico. Su sistema constructivo es el neogótico porque se emplean en él: hierro, ladrillo y argamasa, propios del avance tecnológico que permite perforar los muros sin dañar su estructura. No hay en esta nueva construcción arbotantes, estribos ni gárgolas, como en los primitivos templos góticos de la Edad Media, cuando la construcción se realizaba con sillares de piedra únicamente. La pureza de sus líneas es perfecta.
La fachada está compuesta por tres cuerpos. En el primero se ubican las puertas de acceso con tres calles, siendo la central la más importante. Tanto las ventanas del segundo y tercer cuerpo, como las portadas del primero, son gemelas o pareadas, arquitrabadas bajo arco apuntado. Sus torres rematan en pináculos y chapitel.
Carece de las esculturas ornamentales propias del gótico medieval, como así también de relieves vegetales. Solo muestra en su fachada, en la parte superior del remate del arquitrabe, un detalle estilizado fitomorfo. Este estilo empleó detalles o símbolos cristianos como la vid ( Eucaristía); la cardina (la pobreza); el roble (nobleza); el trébol (la Trinidad).
En su interior es posible observar las proporciones ascendentes adecuadas al espacio, como también la esbeltez de los elementos estructurales.
Su planta es de cruz latina, con tres naves que siguen el modelo clásico. Los vitraux fueron traídos de Alemania y el altar mayor de Austria.
- Altar Mayor: estilo neogótico con estofado en oro.
- Virgen de las Mercedes
- Retablo del Sagrado Corazón
- Purísima Concepción
- La Dolorosa
- Divino Niño
- Cristo Yacente: se conserva dentro de una urna. Realizado en madera tallada, data del s. XVIII. ubicado sobre la nave central dentro de una urna vidriada. Impresiona el realismo y dramatismo de su expresión.
- La Cruz: que el Gral. Belgrano hizo colocar en la fosa común de campo castañares, la cruz lleva la inscripción “a los vencedores y vencidos del 20 de febrero de 1813”.
- Otras piezas de importancia por su valor artístico son las pinturas al óleo de la Escuela Cuzqueña, como la “Virgen de la Merced”.
La iglesia de La Merced resguarda la cruz “A los vencedores y vencidos” que dispuso Belgrano para rendir honor a los 480 caídos realistas y los 103 patriotas en una fosa común. El Ejército del Norte se encomendó a la Virgen de la Merced al ingresar a Salta, destacando que los soldados llevaron escapularios como distintivo de guerra.
Belgrano dispuso que se enterraran los 480 caídos realistas y los 103 patriotas en una fosa común. Allí ubicó una cruz de madera con la leyenda: “Vencedores y vencidos en Salta, 20 de febrero de 1813”.
Un tiempo después, Belgrano le solicitó al gobernador Feliciano Chiclana sustituir la sencilla cruz de madera por otra de color verde, que llevaba la leyenda “A los vencedores y vencidos”.
En 1834 el gobernador Pablo Latorre ordenó la restauración de la cruz y la colocación de un basamento. La cruz quedó olvidada hasta finales del siglo XIX en que se partió y se cayó al piso. Sus restos fueron recuperados por seminaristas y el monseñor Piedrabuena los dio a las autoridades.
La cruz fue restaurada gracias a la Comisión Pro Monumento, y en el mes de mayo de 1899 las maderas depositadas en una caja de hierro con vista de cristal, a cargo de los artesanos Bellagamba y Rossi de Buenos Aires.
La Catedral de Salta la albergó en un primer momento en su atrio y posteriormente fue trasladada a la Iglesia de la Merced.
El triunfo de Tucumán y Salta fue atribuido por Belgrano al “Omnipotente que protege nuestra santa y sagrada causa” y a la protección de nuestra señora de las Mercedes, Generala del Ejército patriota, señalando que él actuaba simplemente como un instrumento de la Providencia.
Además, al comenzar la marcha hacia Salta, Belgrano presidió la entrega a sus oficiales y soldados de los escapularios de la Merced que, en número de cuatro mil, habían regalado monjas porteñas y que ese día los soldados usaron sobre sus pechos “como distintivo de guerra”. Todas estas tareas preparatorias tenían el propósito de afianzar la fe de sus tropas en la victoria.
(Belgrano en Salta del Tucumán. Colombo Murua)
A ti recurrimos, oh Virgen Generala de nuestros Ejércitos, para implorar tu maternal protección sobre esta Patria Argentina.
Te recordamos que aquí se alzó el altar donde se glorificó a Jesús Eucarístico ante el mundo entero; que nuestra bandera se izó en la presencia augusta de tu divino Hijo; que los colores nacionales cruzan sobre tu pecho cual blasón de Generala del Ejército Argentino
Por todo esto te pedimos que protejas a nuestra Patria erigida según los designios divinos y que del uno al otro confín sepan los pueblos honrarla y que al postrarnos ante tu imagen de Virgen Generala resuene esta unánime aclamación:
¡Tu eres la gloria de nuestra Patria. Tú eres la honra de nuestro pueblo! ¡Tu la Generala de nuestro Ejército!.