El espacio donde actualmente se emplaza el Hotel Salta, fue la Casa de Francisco Graña (ex profugo realista), cuya propiedad  fue expropiada por el entonces Gobernador Martín Miguel de Güemes para convertirse en su sede de Gobierno desde 1819 a 1821.

En 1942, Ernesto Scotti fue contratado para decorar los salones de fiesta del hotel. El artista contaba ya con una sólida formación estética constructivista dentro de la cual resuelve los nueve murales que rodean el amplio ambiente ubicado en el sector derecho del primer piso. Estas obras de grandes dimensiones, movilizan extraordinariamente el hacer estético de Salta, inmerso hasta entonces en el letargo de los paisajes convencionales. Dos de ellas alcanzan desde el piso hasta el techo, con casi diez metros de ancho y seis de alto, y conservan en su conjunto vivencias e imágenes de nuestro exuberante paisaje, de nuestra historia y la esencia de nuestro pueblo. En ella se representan los bailes del carnaval, los indígenas del Chaco Salteño, la fauna autóctona, la defensa de los pueblos originarios ante el ataque conquistador, la labor evangelizadora de los monjes franciscanos, los gauchos de Güemes, las altísimas cumbres de nuestras montañas y los cóndores andinos, y siempre, la enmarañada selva resuelta magistralmente por el evidente acabado conocimiento de nuestro suelo salteño por parte del artista.  

Ernesto Scotti (1901-1957)

Nació en Buenos Aires y fue un pintor, escenógrafo e ilustrador argentino. Inició estudios con maestros particulares, prosiguiéndolos en la Academia Nacional de Bellas Artes. Pronto se lo designó profesor en ese establecimiento (1928/43). Realizó viajes de estudio por España, Francia e Italia (1947/50). Sus obras figuran en los Museos: Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires; Mendoza, La Plata, Pergamino y el Consejo General de Salta. Otras obras: Arlequín, Mujer del Circo, Bailarina triste; Palo borracho; El cañaveral.

El Hotel Provincial de Turismo, actualmente conocido bajo el nombre de Hotel Salta, fue resuelto en un terreno en esquina y posee una superficie cubierta de 4.500 m2 que se conforma por 100 habitaciones con baños privados distribuidos en 3 plantas, confitería, locales comerciales ubicados en planta baja y restaurante en el entrepiso, cuyos salones se continuaban a modo de terrazas sobre calles Caseros y Buenos Aires. En estos últimos, durante 1943, Ernesto Scotti llevó a cabo una serie de murales, de grandes dimensiones, que representan simbólicamente la cultura y geografía de Salta.

Integra la corriente del Neocolonial. Su fachada obedece a la tradicional división académica tripartita de basamento, desarrollo y coronamiento.

• Basamento: fue tratado con piedras lajas perforado por las amplias vidrieras de los negocios.
• Desarrollo: se destaca por una sucesión de aberturas de arcos de medio punto que toman dos niveles y 3 pisos aventanados sin ornamentación.
• Coronamiento: se encuentra separado por una cornisa, repite la distribución de las ventanas inferiores adornadas con guardapolvos mixtilíneos ritmadas entre pilastras.

Por último, sobre la esquina, se dispone un “balcón cerrado” de madera y vidrio. Como remate y marcando la fuerte axialidad que caracteriza a este edificio, se realizó una torre octogonal con cubierta de tejas que vincula las dos alas del hotel y recibe la mayor ornamentación cuyos detalles decorativos encuentran su inspiración en el Hospital de San Andrés (actual convento San Bernardo).

Este hotel es reconocido por su ubicación estratégica y gracias a su desarrollo, el cual envuelve la esquina en forma de L, permitiendo que las habitaciones que dan a la calle aprovechen la panorámica perspectiva que tiene desde la diagonal hacia la plaza (9 de Julio), mientras que las que se vuelcan al patio interior, gozan de la visual del cerro y la iglesia San Francisco.