Cementerio de la Santa Cruz

Los cementerios son parte del patrimonio tangible e intangible de una sociedad, reflejan a través de la arquitectura y el arte funerario, la historia de la ciudad, de sus instituciones y los hábitos y costumbres de una época. 

Recorrerlos e interpretarlos nos ayuda a entender nuestro pasado, a jerarquizar y resignificar la mirada sobre estos espacios y contribuye al proceso de fortalecimiento de una identidad colectiva.

Son aquellos lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención (CCD) o donde sucedieron hechos emblemáticos vinculados al accionar del terrorismo de Estado hasta el 10 de diciembre de 1983. Los sitios constituyen hoy, entre otros testimonios, prueba judicial en los juicios por delitos de lesa humanidad.

Mayoritariamente, los centros clandestinos funcionaron en dependencias de las fuerzas armadas, de seguridad y policiales ―bases militares, buques, comisarías, delegaciones policiales, unidades del servicio penitenciario, etc.―, pero también en casas particulares, fábricas, hospitales, escuelas, entre otros. En este sentido, se manifiesta, también, la responsabilidad civil y empresarial que tuvo la represión ilegal. Hasta el momento, se han logrado identificar aproximadamente 800 lugares que tuvieron este uso.

Asimismo, se consideran sitios aquellos lugares emblemáticos del terrorismo de Estado, por ejemplo, lugares de masacres o donde sucedieron enfrentamientos fraguados; cementerios en los que se realizaron enterramientos irregulares; hospitales a donde fueron llevadas personas detenidas-desaparecidas.

Los secuestros fueron realizados por los grupos de tareas de los CCD en la vía pública, en los lugares de trabajo o de estudio, o en las viviendas de las víctimas. Ya en los centros clandestinos, a las detenidas-desaparecidas y a los detenidos-desaparecidos se les impuso la tortura física, emocional y psicológica: aislamiento, malos tratos, escasa alimentación y agua, mínima higiene, violencia sexual, entre otras condiciones.

Las víctimas eran militantes estudiantiles, sociales, sindicales, políticos, en su mayoría, pero no exclusivamente.

Además, algunos CCD funcionaron como maternidades clandestinas, donde a las personas embarazadas se las mantuvo con vida hasta el parto; las niñas y los niños nacidos/as en cautiverio, muchas veces, fueron apropiados/as por familias cercanas a las fuerzas policiales, de seguridad y armadas.

La Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas, aprobada en Argentina en 2007 mediante la Ley 26298, entiende por desaparición forzada al “arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación de libertad que sean obra de agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley” e insta a los Estados parte a tomar las “medidas apropiadas para investigar” estas conductas.

A través de la Ley 26691, sancionada en 2011, la entonces Dirección Nacional de Sitios de Memoria ―creada por el Decreto Reglamentario 1986/2014―, ahora Dirección Nacional de Sitios y Espacios de Memoria, se ocupa de la preservación, señalización y difusión de los sitios de memoria del terrorismo de Estado.

Algunos sitios de memoria fueron desafectados de su uso y se reconvirtieron en espacios para la memoria en los que se llevan adelante actividades para la promoción de los derechos humanos.

En 1787, Carlos III a través de una Real Cédula ordenó que debían abolirse, tanto en España como en sus colonias, las áreas de enterramiento, que se localizaban en iglesias y conventos, trasladándose fuera del ámbito urbano.

La aplicación de esta orden se dilató en Salta hasta mediados del siglo XIX, tanto por limitaciones presupuestarias como por resistencias de los feligreses para ser enterrados fuera del ámbito de los templos.

Recién en octubre de 1856, durante el gobierno de Dionisio Puch, se anunció la solemne bendición del panteón con el nombre Cementerio Cristiano de la Cruz.

El mismo fue construido sobre planos del arquitecto e ingeniero Felipe Bertrés, (entrada y salida) concebido como una verdadera ciudad, con calles, cuadras, plazas y diferentes construcciones. El nombre que lleva actualmente, Cementerio de la Santa Cruz, fue reglamentado en 1965.

La Capilla del Panteón fue habilitada al público en 1869; construida por Noé Macchi. El altar de la capilla del Cementerio estuvo a cargo del Sr. Emilio Cattaneo.

La entrada original del Cementerio fue modificada en 1925 con un proyecto del Ingeniero Fernando Solá Torino junto a los constructores Arturo Prinzzio y Francisco Boidi.

Este pórtico, imponente y despojado, exhibe como único símbolo, una pequeña cruz colocada sobre el monumento. Sin embargo, lo que quizás más llama la atención, son las inmensas columnas toscanas que en realidad no sostienen nada, simplemente adornan el frente. Aunque hay quienes dicen que las mismas sostienen nada más y nada menos que el cielo.

CURIOSIDADES

Ciprés: Un detalle característico del Cementerio de la Santa Cruz es el ciprés, que se observa tanto en el frente como en los distintos sectores del interior del mismo. Este árbol adquiere diversos significados en la botánica funeraria. Su recta verticalidad, guía las miradas para elevarlas al cielo y a la luz; el color verde oscuro perenne, se presenta como emblema de inmortalidad; su longevidad, representa la duración y la eternidad, su suave fragancia templa el espíritu. Sus hojas y frutos tienen propiedades antisépticas que también se adecuan a la simbología de las plantas funerarias. Celestino Barallat y Falguera.

A- NICHOS

Perpendicular al ingreso principal y sobre las paredes este y oeste se encuentran los enterratorios en nichos, organizados en galerías techadas.

Los nichos resultaron, desde fines del siglo XIX, una opción arquitectónica diferente a los mausoleos que permitían optimizar el espacio y asegurar por un tiempo prolongado, a perpetuidad, la permanencia del difunto en ese lugar.

En algunos de ellos se destacan detalles del arte cementerial relacionados al mármol y bronce en las lápidas, madera tallada y vidrios trabajados en las puertas.

Es posible observar una combinación, muchas veces abarrotada, de objetos propios del arte funerario (cruces, vírgenes, ángeles) con expresiones de afecto, memoria y familiaridad con los difuntos, como fotos, cartas, camisetas de equipos de fútbol, bebidas, juguetes y flores.

B- GALERIAS CON MAUSULEOS

Este pasaje muestra una sucesión de mausoleos con galerías abovedadas, conforma en su repetición una verdadera calle con recovas embellecidas en estilo neoclásico pero a su vez cada una diferenciada en su composición ornamental. Construcciones que se erigieron a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Este pasillo nos recuerda viejos apellidos desaparecidos y otros que cobraron relevancia con el tiempo por distintas razones.

En el interior de las recovas se observan una variedad de pisos calcáreos decorados, algunos con guardas, otros representando figuras geométricas o tipo damero. En la parte superior se vislumbran cruces de distintos estilos y materiales como hierro trabajado, piedra y cemento. Es de destacar el valor arquitectónico – compositivo de conjunto, y no solo individual que toma este sector.

C- CALLE PRINCIPAL 

En el sector más antiguo del cementerio se ubican los mausoleos de familias tradicionales del siglo XIX. Realizados con materiales de la zona y edificados por los grandes maestros de la época, podemos observar la existencia de construcciones funerarias de gran riqueza arquitectónica. La mayoría tienen ornamentación aplicada sobre los frentes, puertas de herrería artística, placas conmemorativas y la inscripción de los datos familiares.

La decoración es variada: columnas, capiteles, frisos en bajo relieve, cadenas, molduras y estructuras exteriores, que representan ángeles, cruces y copones. Otro tipo de bóvedas son las que repiten la escala y disposición de frentes de vivienda urbanos, con sus puertas, ventanas y galerías. Algunos mausoleos muestran motivos religiosos en finos vitrales.

1- GENERAL DON DIONISIO PUCH

Fue gobernador de la Ciudad de Salta, destacado guerrero de nuestra independencia y hermano de Carmen Puch de Güemes, esposa del Gral. Martin Miguel de Güemes.

El sepulcro fue construido en 1884. Se destaca un pedestal rematado con una urna con manto y flama. La misma haría referencia a “iluminar el sendero hacia el paraíso”. El manto sobre la urna podría representar una expresión de pena o duelo.

El conjunto se complementa con distintos símbolos a cada lado: Antiguo Escudo Nacional, Escudo de Salta, y cruz con corona y querubín. Los querubines representados como cabezas aladas serían emblemas de la sabiduría divina.

2- MAUSOLEO DEL GENERAL MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES

Mausoleo donde descansaron por 41 años los restos del General Martin Miguel de Güemes antes de ser trasladado al Panteón de las Glorias del Norte en la Catedral Basílica de Salta en el año 1918. Dicho monumento fue erigido en 1876 por Da. Adela Güemes de Güemes sobrina e hija política del mismo. Güemes se destacó por ser un gran estratega y excelente líder al organizar un verdadero ejército popular, junto al cual luchó y defendió muchas ciudades del norte argentino de los ataques realistas. En 1815 fue gobernador de Salta. Se lo declaró Héroe de la Nación Argentina en el año 2006.

Es un monumento de estilo neogótico. El mausoleo es una estructura de base cuadrangular, que posee una cripta subterránea. La cubierta se halla coronada con cuatro pináculos, uno en cada vértice, rematando con la torre que se presenta como un grandioso pináculo y sobre ésta se sitúa una cruz de hierro. La puerta de acceso está coronada con un arco trilobulado. En las caras laterales se destacan arcos ciegos que simulan puertas con rejas. En la estructura se hallan adosadas doce columnas, con capiteles corintios y fustes con detalles ornamentales. Sobre la base, cuatro notables pináculos flanquean el monumento. Este mausoleo tiene una pequeña capilla gótica y se halla circunscrito por una verja de hierro forjado, la que fue incluida posteriormente.

3- BRIGADIER GRAL. RUDECINDO ALVARADO

Alvarado fue un destacado patriota en la lucha por la independencia de nuestro país. Formó parte del Ejército del Norte de los Andes librando numerosas batallas bajo las órdenes de los generales Manuel Belgrano y José de San Martin. El panteón donde descansaron sus restos antes de ser trasladados al Panteón de las Glorias del Norte en la Catedral Basílica de Salta, es una obra arquitectónica de gran belleza. Posee una base cuadrangular, que volumétricamente se jerarquiza por dos cuerpos que decrecen de tamaño hacia arriba.

De composición ecléctica, se destacan los muros de gruesos espesores con arcos ojivales. El friso y todo el conjunto están decoradas con motivos vegetales, hojas de acanto, coronas de flores, clepsidras aladas, vasos y querubines en relieve. Cuatro columnas truncas, con vasos, custodian las esquinas del monumento, las cuales se han perdido actualmente. La obra culmina con un pináculo y una cruz de hierro forjado.

4- MONUMENTO EN HOMENAJE A LOS CAÍDOS EN LA DEFENSA DE SALTA EN 1867

El 10 de Octubre de 1867 se produce la invasión de las tropas del Gral. Felipe Varela. El principal objetivo del caudillo catamarqueño era invadir la provincia de Salta y ocupar la ciudad para continuar con su política de enfrentamiento al gobierno nacional. Las fuerzas salteñas defendieron la ciudad logrando la retirada del Gral. Varela y sus tropas.

Es un monumento aislado, de base cuadrangular con recuadros e inscripciones en placas de mármol decoradas en relieve pequeños frontis en cada lado que sostiene un emblemático obelisco rematado con un circulo metálico que inscribe una estrella de ocho puntas.

El obelisco simbolizaría la unión del cielo con la tierra. Los dos círculos entrelazados (Vesica Piscis) podrían representar el útero o matriz del universo.

Los símbolos funerarios usados en las construcciones se disponen como elementos decorativos.

Símbolos que se encuentran a lo largo del recorrido y su posible interpretación dentro del contexto funerario:

 

  • CRUZ – Símbolo emblemático del cristianismo.
  • ANGELES O QUERUBINES – Guías de las almas o guardianes de la tumba.
  • AGUA – Purificación.
  • PILASTRAS O COLUMNAS – Impulso de ascendencia.
  • COLUMNA TRUNCA – La vida interrumpida.
  • CORONA DE LOS LAURELES – La gloria, la victoria.
  • LIRIOS – Pureza e inocencia.
  • CLEPSIDRA ALADA – Símbolo del tiempo que pasa y la elevación espiritual.
  • FIGURA FEMENINA DOLIENTE O PLEURANTE – Arquetipo despersonalizado del deudo.
  • CÍRCULO – Símbolo de la divinidad misma, evoca la perfección.
  • LETRA P – Simboliza la paz de Cristo en los cementerios.
  • OUROBOROS O SERPIENTE QUE SE MUERDE LA COLA – Circularidad del tiempo y continuidad de la vida.
  • ANTORCHA INVERTIDA – La muerte.
  • FIGURA ALADA CON ANTORCHA INVERTIDA – Tanatos, dios de muerte.
  • CRISMÓN O LÁBARO – Protección de cristo, buen presagio.
  • ANCLA – Símbolo de esperanza.

En todos los cementerios del mundo existen tumbas, que por la particular historia que rodea la muerte del difunto, despiertan la devoción popular.

El 2 de Noviembre, día de los difuntos, la gente acude al cementerio a orar por sus familiares que han finalizado su vida terrena. Además, en este día especial, hombres y mujeres piadosos rezan por todas las almas del cementerio. Se colocan ofrendas florales y velas alrededor de dos sencillas cruces de madera colocadas para tal fin.

En el cementerio de la Santa Cruz, Pedrito Sangüeso, un niño que murió asesinado, recibe numerosas visitas y regalos. Principalmente estudiantes acuden a pedir por sus exámenes o para agradecer el favor que ya les fue otorgado. En su tumba se pueden observar pequeñas placas de agradecimiento, juguetes, delantales y numerosos pedidos que esperan atendidos por el alma de Pedrito.

Otra historia que convoca a numerosos fieles es la de Juana Figueroa. Se la recuerda en su cenotafio erigido en el lugar donde encontró una trágica muerte, el 21 de Marzo de 1903, a dos cuadras del cementerio de la Santa Cruz. Se le atribuyen poderes para curar enfermedades, encontrar trabajo, entre otros. Los devotos llevan flores, prenden velas y colocan placas de agradecimiento por los favores concedidos. Su popularidad es tan grande, que reconocidos artistas crearon una zamba y un poema en su honor.

Ubicación

Dirección: Talavera S/N

HORARIO DE VISITA

Lunes a Domingo: 07:30 – 18:30

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